sábado, 24 de enero de 2015

La vaca

Un hombre sabio paseaba con su discípulo por una zona desértica y de repente en medio de la nada encontraron una pequeña choza muy humilde habitada por una familia conformada por el padre, la madre y cinco hijos.
El sabio le preguntó al padre: “por este lugar no hay nada, ¿cómo hacen para subsistir?”.
El hombre respondió: “Tenemos una vaca que nos da leche cada día. Vendemos una parte y el resto la intercambiamos por otras cosas”.
El sabio satisfecho con la respuesta se despidió. Luego de un tramo le dice a su discípulo: “Vuelve a la choza y sin que te vean, mata a la vaca”.
El discípulo espantado le dijo: “Maestro, ¿cómo voy a hacer eso? Es lo único que tienen para sobrevivir. No puedo matarla”.
El sabio con mucha calma le ordenó: “Vuelve sin que te vean y mata a la vaca”. El discípulo triste obedeció.
Luego de un tiempo, con sentimiento de culpa el discípulo vuelve a aquel lugar para pedir perdón a la familia. Cuando llegó, vio que en el lugar donde estaba antes la choza había una casa muy bonita con jardín e incluso un gran automóvil en la puerta. Se dio cuenta que los niños que jugaban en el jardín eran los mismos niños que había visto hace un tiempo atrás. Entró a la casa y vio al padre y a la madre, muy felices. Se acercó a ellos y les dijo: “Hace un tiempo vine y no tenían nada. ¿Qué pasó para que ahora sean tan prósperos?”
El padre respondió: “Joven, antes teníamos una vaca con la que nos conformábamos,  pero un día la vaca se murió y tuvimos que aprender a  desarrollar otras habilidades que nos hicieron crecer y mejorar nuestro estilo de vida”.

Reflexión: a veces sin darnos cuenta nos acostumbramos a nuestra zona de confort, pensemos en donde estamos y hacia donde vamos , qué pasaría si asumimos nuevos riesgos que desarrollen nuestra habilidades y nos hagan crecer como personas y profesionales.? No te estanques!

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